Las tiernas carnes de la
inocencia caminan en caminos oscuros y sin rumbo, acechados por formas difusas
que son reinventadas e incrementadas por la imaginación, monstruos de fe e
imaginación, alucinaciones repetitivas de aberraciones provenientes de miedos
incrustados en la mente, gritos llenos de horror que encogen el espíritu, ojos
vacíos que consumen toda emoción e infunden temor al que se hunde en sus
abisales mares, soledad eterna que rodea tu cuerpo y lo enfría congelando cada
gramo de tu ser, tu corazón se enfría, se congela, se quiebra en infinitos
pedazos, una lluvia de fina nieve comienza a caer en tu interior, congela todo
lo que toca, todo muere congelado al instante, no hay tiempo ni siquiera de sentir
dolor, todo se paraliza en un instante eterno de muerte. Congelados los
recuerdos quedan, los sentimientos, los miedos, las inseguridades, cada pisca
que conforma cada cuadro de tu personalidad, todo muere y te quedas vacío.
Todas las piedras caen por el
vacío, las multitudes vacías, ovejas descarriadas siguieron a un amo imbécil
que perseguía supersticiones, falsas promesas de un dios que invento un día que
estaba borracho. Sangre salpica por todos lados, las ovejas se quiebran en el
desfiladero, sus entrañas brotan de su frágil vientre, corazones, estómagos,
pulmones, intestinos, todo vuela por el aire y se estrella en las rocas a las
faldas de la montaña, todo se tiñe de sangre, las vísceras parecen coágulos
gigantes de sangre que cayeron del sangrado nasal gigante del dios de la
montaña.
El dios de la montaña fue
golpeado por su hermana menor, esta le reclamo el haber entrado a su habitación
a robar su ropa interior. Esta fue a su habitación y lo golpeo en su gigante
nariz con su gigante puño lleno de furia y vergüenza, el dios de la montaña cayó
de rodillas sosteniéndose la nariz con ambas manos, la sangre comenzó a salir a
borbotones, escurría de sus manos y gota a gota la sangre caía en el piso.
– Pervertido – es lo que le dijo la hermana
con enojo – ¿Por qué sigues haciéndolo? Somos hermanos, como puedes verme de
esa manera tan asquerosa.
– Zeus y Hera también son
hermanos y nadie les dice nada, ¿qué tiene de malo? Somos dioses podemos hacer
lo que queramos –
– Por mi esos dos infames
asquerosos pueden revolcarse en su mierda por toda la eternidad, me importa un
cuerno que su padre haya creado el universo en el que vivimos ahorita, para mi
sigue siendo un egocéntrico, maniático sexual, aspirante mediocre a casanova, vulgar,
pusilánime. Un puerco cortado y abierto desde sus genitales hasta la garganta,
arrojado en un charco de mierda y comido por miles de larvas de mosca que salen
por cada orificio de su repugnante cuerpo es más lindo y tiene más clase que
esa imitación de dios que expulsa rayos y truenos por su asqueroso trasero, él
y su hermana-esposa pueden irse al abismo del orto del gigantesco leviatán y hundirse en su
repugnante intestino lleno de porquería y fornicar hasta convertirse en mierda –
inhala profundamente, tanto insulto requiere respirar de vez en cuando – y si tu vuelves a
coger con mi ropa interior te juro por el hígado ensangrentado de Prometeo que
te arrancare los testículos y se los daré de comer a cerbero, así que aléjate de
mi habitación barbón salido.
Indignada dio la media vuelta y volvió
a su habitación hecha una furia. En el suelo el dios de la montaña aun sangraba
por la nariz abundantemente, pero se consolaba pensando que aún tenía 150 pantaletas
y sostenes para seguir fantaseando con su hermana. Tal vez debería pedirle a Éfeso
que le forjara una réplica exacta de oro, de su hermana y ponerle la ropa
interior que había logrado robar hasta ahora, era una genial idea.
– Al Pegaso móvil – grito
emocionado.