miércoles, 15 de agosto de 2012

Lagrimas rojas Coleópteros Azules


Una rosa lamentaba su destino, abandonada en un sucio camino de lodo, arrojada por un amante despreciado, derrama lagrimas rojas en lodo negro, ha estado llorando por horas y un pequeño rio rojo se ha comenzado a formar, serpentea a través de las piedras y las huellas de las ruedas de los carros, como un trueno en un cielo oscuro. Un rio rojo en un lienzo negro, lágrimas de desdicha, ahora solo queda esperar a podrirse ya que el cielo esta oscuro y las nubes son tan densas que no dejaran pasar la luz del sol por un buen tiempo, la rosa ni siquiera tendrá el placer de morir seca formando un cuadro de naturaleza muerta, una estatua que recordara que alguna vez hubo alguien aquí, su piel seca no se romperá a la mínima presión, ni será arrastrada por el viento a lugares lejanos, no pertenecerá a los caprichos del viento, sufrirá un destino cruel , será devorada por hongos, se pudrirá en el mismo lugar donde murió, su carne será alimento para bestias heterótrofas sin sentido, formara parte de aquel lodo asqueroso en el que ahora reposa su afligida alma o tal vez pase alguna oveja y se la coma, será digerida en su estómago y se volverá bolitas, abono para el pasto, caca vulgar.

Como pudo acabar ella, una rosa tan hermosa con tanta clase, acabar de esta forma, que culpa tenia ella de la desdicha que había caído sobre su comprador desafortunado, porque tenía ella que pagar por una tragedia ajena. Nada queda ya para ella, toda esperanza ha abandonado su inmóvil cuerpo vegetal, cuyo único movimiento apreciable es el movimiento lento de su lagrimas rojas, resbalan por sus pétalos, caen al lodo, pero no son absorbidas por este, el lodo desprecia a la rosa y la rosa desprecia al lodo, el lodo no quiere absorber más tragedia, ya tiene suficiente desesperación con los muertos que fueron enterrados en ese mismo lugar hace apenas dos meses, gritan todo el tiempo, puede sentir su dolor imaginario, dolor que es provocado por los gusanos que los devoran lentamente, gritan y gritan y ya lo tienen harto no puede esperar para que sean lodo como él y se fundan en su cuerpo formando uno solo y se callen para siempre en la inconciencia de su espíritu. Pero el lodo no quiere absorber a la rosa, no quiere nada de la rosa, le repugna, le odia, le desprecia, no le quiere porque la rosa tampoco le quiere, es demasiada orgullosa y débil como para aceptar su destino, desde el comienzo su único final era terminar en la basura, sin importar cual fuera el final de su comprador, los niños de siete años a un no comprenden la obsesiva consolación de la melancolía como para tener el impulso de conservar un objeto y ligarlo a un recuerdo. Eres demasiado bella para este mundo mi rosa de alma horrible.

Y porque el lodo despreciaba a la rosa su superficie era impermeable a sus lágrimas, estas rebotaban en su cuerpo como pequeñas canicas y rodaban buscando a sus compañeras, una vez reencontradas se abrazaban y se volvían una, todas juntas formaron un rio de superficie perfecta, rojo como la sangre, hermoso como su progenitora, un desfile mortuorio para un ser agonizante, un objeto hermoso compuesto de tristeza y desesperanza sobre un fondo negro.


Un coleóptero bastante grande de unos treinta centímetros de longitud, de exoesqueleto azul brillante, alas rojas, con diez ojos color verde esmeralda, un largo cuerno que nace en su frente y contiene numerosas ramificaciones, se acerca volando rápidamente a la rosa, está aquí para cenar, es un pequeño demonio que se alimenta de tristeza y desolación, ha recorrido cien mil kilómetros desde el rincón más cercano de podredumbre humana, ha venido veloz saboreando todo el camino el hermoso objeto que ahora está ante él y piensa disfrutarlo. Abre su enorme boca, que tiene tres hileras de dientes triangulares parecidos a los de un tiburón, y de ahí brota una lengua humana, una lengua tan grande y gruesa como la de una vaca, con numerosas y enormes papilas gustativas que segregan a borbotones una saliva espesa y viscosa de un color grisáceo. El demonio comienza por lamer el hermoso rio de lágrimas rojas, lo lame lentamente con lentitud asombrosa,  cada papila es bañada y estremecida con increíbles impulsos nerviosos que le provocan innumerables orgasmos que estremecen el cuerpo del demonio. Pasa un tiempo que es infinito, el rio de lágrimas ha sido sustituido por un rio de saliva mucho más grande, profundo e infinitamente menos hermoso que su predecesor. El demonio por fin ha llegado a la rosa, la saliva comienza a manar con más ímpetu, su boca exhala un aliento fétido y podrido que se condensa y forma pequeñas nubes negras alrededor de su boca, su lengua se mueve suavemente alrededor del cuerpo de la rosa, la enrolla como una anaconda que asfixia a su presa, lentamente la levanta y contrae su lengua poco a poco acercando el cuerpo de la rosa al pozo sin fondo de su garganta, una vez dentro de su boca esta se cierra rápidamente y las comisuras de la boca se desvanecen en el exoesqueleto. Tal como llego se fue, en un pestaño, un rayo de luz azul se alejó sin hacer ruido de un lugar olvidado donde alguien murió olvidado. Una existencia cuyo fin fue formar parte de la desgracia del mundo por no querer formar parte del mundo.

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