miércoles, 18 de marzo de 2015

Yo odio San Valentín

Yo odio San Valentín
Lo odio profundamente
Un odio que no tiene fin
Un odio sin precedente

Un odio demente e inclemente
que fácilmente me pone demente.
Por todos lados hay gente indecente
de mente adolescente que vorazmente
consumen objetos corrientes,
osos de peluche sonrientes
que terminan machados de simiente
y devueltos al remitente
en cuanto este se convierte
en un ex del que solo deseas la muerte.

Chocolates holandeses,
condones de sabores,
globos voladores,
chicles y moteles.

Todos estos objetos destinados
a allanar el terreno,
a marcar el camino
donde tomados de las manos
todas las parejas llenan
parques y autobuses,
restaurantes y callejones.
Donde se alimentan
de la saliva abundante
que desborda su amante.
Escarban salvajemente
su boca indecente
donde terminan
limpiando de sus dientes
los ejotes que comió hace tres noches.

Todo reluce con rojos y rosas,
se escuchan canciones mimosas.
Todo es un desfile de cursilerías
y declaraciones de amor dudosas.

Y ante tanta presión de la sociedad
que me empuja a participar en este ritual;
le digo que no puedo pues sufro de soledad.
Así que jodete no participare en tu festividad.

Por eso este catorce me vestiré de negro
y me comportare como amargado ogro.
Intentare en mis ex no pensar
y después de hacerlo tratare de no llorar
y después de llorar procurare no sentir tanto rencor
y en mi cuarto me encerrare a ver películas de horror.

martes, 10 de marzo de 2015

Lascivia cristalizada. Piel desnuda y suculenta. Delicias carnales Y Deseos elementales.

Dulce agonía que provoca tu perfección, violenta impotencia que golpea el interior de mi cabeza. La bellamente tallada figura de tu cuerpo llena de furia el instinto y de coraje el corazón, reduce el pensamiento crítico, se resiste la razón y el deseo llora de impaciencia, ¿cómo aplacar la bestialidad que consume mi espíritu? cuando no soy más que un animal que es provocado en el punto más sensible de su constitución. Un tigre aprisionado por barrotes de humanidad que muere de hambre y al que se le pone enfrente un filete de carne tan suculenta y de aroma tan seductor que destruye la mera conciencia al contacto con los nervios de mi percepción.

Suaves labios, carne tersa y carnosa, de color brillante, que contrasta de forma agradable con tu piel. Que ganas de sentir su humedad recorrer mis labios. Que ganas de beber del néctar de infinito placer que brindaría semejante fuente de miel. Sentir el musculo perfecto del interior que con vida propia recorre cada rincón de mi boca, sentir aquel tentáculo que se envuelve en el mío. Llenar cada célula de mi boca con éxtasis, éxtasis provocado por el placer de sentir tan de cerca el interior de una diosa perfecta. Demonio de la lujuria, torturadora de placer, incluso el roce de tu respiración provoca el impulso irresistible de tomarte.

Podría morir feliz en este momento al haber probado el elixir que emana de las suaves curvas de tus labios. Un elixir de sabor tan profundo e infinito que es irreconocible y es imposible de sentir solo con la lengua. Pero sería un desperdicio morir sabiendo que puedo probar más trozos de aquel flan suave que se deshace en la boca, tan delicioso a la vista que hincha hasta el límite mis limitados sentidos de la belleza.

Imposible resistir semejante regalo que el universo tuvo el honor de construir, imposible creer que sobreviviré cuando me sumerja en los inmensos océanos de tu piel, me perderé en cada rincón de este mundo inexplorado y cada nuevo territorio encontrado será olvidado al encontrar otro, pues cada uno es tan hermoso que no habrá en la mente espacio suficiente para albergar tanta magnificencia y así me perderé en un mundo infinito, moriré de hambre pues solo me alimentare de tu carne.

Quisiera devorarte, saborear cada espacio de tu piel, comerte, unirme a tu piel de forma tan profunda que no pueda distinguir mi propio cuerpo, perderme en el éxtasis infinito que brota del vacío profundo de tu ser.

Maldigo este cruel sentimiento, este instinto animal. Lujuriosa creación de la vida eres tú, perfección maldita, reflejo de la sabiduría de la naturaleza que me esclaviza con su forma divina, demonio del deseo que incita la maldad de lo animal. Caeré en la tentación que provocan las finas líneas de tu cuerpo  pues es la única forma de evitar el sufrimiento que provoca tu desbordante sensualidad. Sensualidad que tiene sustancia y es tan espesa como la miel. Sustancia que emana de tu piel y se cuela por cada poro de mi cuerpo y desgarra cada fibra de normalidad.

Violento impulso que provoca tu simple presencia. Presencia que es magnificada por el aroma dulce de efecto embriagador que desprende tu ser. Hipnotizante es el efecto de tus ojos grandes y profundos como la inmensidad del cosmos.

Todo en ti es un desfile de manjares a mis sentidos, todo mi cuerpo se estremece y apenas puedo soportarlo, pues las sensaciones que provocan son de naturaleza tan violenta que destrozan cada ápice de mi conciencia, cada elemento de personalidad, cada trozo de mi ser.

Maldito placer el que provoca tu existencia. El ardoroso deseo de tenerte solo me provoca sufrimiento. Eres un placer delicioso que hiere, que sangra mi ser. Eres la encarnación de afrodita. Eres lascivia cristalizada. Eres lujuria andante. Eres una lucha encarnizada. Una orgia de mil cuerpos. Eres una diosa sin defectos.

Eres una tentación tan peligrosa que si me hundo en ti nunca más querré salir más si te ignoro el tormento de tu cruel recuerdo no hará mas que sumergirme en la dolorosa muerte del pasado. No sé qué destino sería peor.

Tenerte sin duda es el deseo más profundo y al que golpea con más violencia mi instinto. Más la imposibilidad de fundirme en tu esencia me produce una gran impotencia. Sé que sumergirme en tu gloria carnal solo exacerbará más mis salvajes instintos. Una vez solo provocara que me vuelva adicto. Seré una salvaje bestia a la que no le importa sangrar, un poseso, un cumulo de puros instintos que solo busca la lujuria en tus labios.

Una maldición que aceptare gustoso, seré un demonio que se cuela en cada rincón de tu existencia. Que se restriega contra cada pliegue de tu piel. Que succiona cada gota de miel de tu boca. Que se presiona tan fuerte contra tu presencia como le permiten sus músculos. Seré una quimera que se alimentara de tu carne eterna. Seré una cosa que disfruta con cada milímetro de piel la piel que roza. Seré solo una entidad que se llena con la infinita frescura de tu aliento. Un monstruo que solo vive para devorar. Una sanguijuela que bebe de la infinita fuente de tu sangre. Seré algo informe y antinatural que se alimenta de ti con una desesperación incomprensible.

Y a pesar de haberme convertido en un monstruo de indescriptibles facciones que te devora con infinita pasión no logro alimentarme, solo consigo consumirme. Soy una bestia muerta de sed que bebe agua salada. Por más que bebo no logro llenar este profundo deseo. Cada vez que te consumo este vacío parce hacerse más grande. Cada vez que te pruebo mi deseo solo consigue acrecentarse. Soy un enorme vacío que se vuelve más grande cada vez que vierto más de ti en mí. Soy un donante de vida. Una cascara vacía. Eres tan inmensa que diluyes mi esencia.

No puedo vivir sin tu piel pero vivir con ella me está matando. Así pues no parece haber más remedio. Aceptare este cruel y delicioso destino. Moriré aferrado a tu lado. Probare tu carne hasta que mi vitalidad sea succionada por tu desgarradora presencia. Hasta que mi alma sea devorada por la profundidad de tus ojos.

Y cuando solo quede de mí un cascaron. Mi piel vacía colgara de tu sombra. Y el vació que me mato se perderá en la insondable pasión que nació de tu cuerpo y murió con mi obsesión.

jueves, 5 de marzo de 2015

Un poema para declararse en San Valentín


Poemas para cualquier ocasión, porque los poemas no tienen que ser cursis y pasados de moda. Los poemas pueden ser divertidos  e ingeniosos y adaptarse a cualquier situación.
Por ejemplo imaginemos esta escena:

¡Tú!, hombre enamorado, vas caminando casualmente por la calle, la escuela o el trabajo y te encuentras “casualmente”, no es que la hayas estado siguiendo, casualmente se encontraron, tú y esa amiga especial a la que siempre te has querido tirar... digo a la que siempre le has querido tirar la onda y como este 14 de febrero se acerca no ves mejor momento para hacerlo. Ella se acerca a ti de frente caminando sensualmente y una vez que están frente a frente  la miras fijamente a los ojos y le dices:

Hola que tal, hoy es un hermoso día
Y me gustaría decirte un secreto
Veras hay una chica a la me gustaría
Invitar a una cita este 14 de febrero

Más temo me diga: “seamos amigos,
la amistad dura más que la calentura”
y yo me quede solo con la aventura
de sacar a mi corazón de la basura

Sé que me dirás que sea valiente
Pero la comodidad de la cobardía
duele menos que la  cruel osadía
y al menos la cobardía me permite
albergar esperanzas, vivir felizmente
en un mundo de sueños dementes
donde viviría de por vida alegremente;
mas es momento de dejar de ser elocuente
y decirte que no soy una persona fuerte.

y para ahorrarnos vergüenzas
hagamos esto sutilmente,
regálame una de esas sonrisas tuyas
que iluminan mi oscura mente

y lo tomare como la gran respuesta
que pondrá a mi corazón en eterna fiesta,
mas si tu rostro serio permanece
mostrare una sonrisa honesta
para demostrar que no me entristece
la herida impuesta por esta acción funesta.

Y juntos reiremos de lo que nunca dijimos
y fingiremos que de un chiste nos reímos
Y seguiremos siendo lo que siempre fuimos
Nada más que dos buenos amigos

¿Entonces en este hermoso día
Usted señorita me Regalaría
Una sonrisa que haría
De este día más bello todavía?

Y esperas, si permanece seria la miras fijamente y empiezas a hacer caras graciosas para ver si se ríe. Y si ya de plano te dice que no, táchala de la lista y ve a por la siguiente amiga a la que te quieras tirar... digo de la que estés  enamorado.