lunes, 27 de febrero de 2012

El largo camino del corazón roto

Las flores, pétalos multicolores, hojas modificadas de aspecto agradable cuya función es atraer y sostener a los vehículos que fertilizaran su ovulo. Ofreces néctar y alimento a estos fertilizadores y a cambio tu recibes la semilla de tus congéneres. Nunca conocerás a quien te fertilizo, nunca lo conociste y nunca te importara conocerlo, lo único importante en este proceso es satisfacer el hambre, el deseo, la necesidad imperante de cumplir con el mandato del instinto. Eso es todo, por mas adornado que este, no es mas que flujo frio y mecánico, dar y recibir, obtener, madurar, procesar, reproducirse y evolucionar.

Muchas veces me pregunto porque nos complicamos tanto los humanos en aspectos de esta naturaleza, si el deseo surge, porque simplemente no vasta con satisfacerlo, incluso a expensas de uno mismo. No, necesitamos algo más, porque siempre necesitamos algo mas, si lo hacemos solo con nosotros mismos a la larga viene el vacio y la insatisfacción, ansiamos el contacto humano, las caricias de alguien mas, el tacto, la respiración, compartir nuestro placer con otro ser humano. Al principio buscamos solo eso, la satisfacción del instinto, el deceso de la lujuria y entonces conocemos cientos de cuerpos, cientos de rostros, cientos de alientos y el desfile de lujuria parece no tener fin.

Pero pasado un tiempo y vuelve a aparecer el vacio, el aburrimiento, el asco, la ansiedad, te sientes terriblemente solo. Ahora necesitas algo más, una conexión mas profunda, necesitas tocar un alma para recordar que aun eres humano. Y ahora te esfuerzas por conocer los corazones de las personas con las que te acuestas, ya no te acuestas con ellas para calmar un deseo, ahora solo lo haces porque es un requisito para acercarte a ellas. Solo cuando están desnudas frente a ti es cuando hay resquicio de vulnerabilidad en sus corazones y puedes intentar entrar en ellos, pero te encuentras con que apenas lo intentas muchos huyen asustados, otros se ponen en guardia y cierran su vulnerabilidad, a otros no les interesa crear una conexión mas profunda solo te han utilizado como en alguna época tu llegaste a utilizar a muchos otros. Logras hacer contacto con otros pero no te gusta lo que ves, hay demasiados defectos, demasiadas heridas, demasiado miedo, muchos recuerdos que estorban lo que debería ser mas natural, descubriste que con muchos simplemente no te podías entender, eran demasiado diferentes o tu eres poco tolerante , también descubriste para terror tuyo que la mayor resistencia provenía de tu propio corazón, tenia miedo de acercarse, se acercaba despacio y nerviosamente avanzaba poco a poco, si algo le asustaba salía corriendo y en su huida se hería a si mismo y al corazón del que huía.

La búsqueda es casada y desgastante, pero tal parece que hay algo que te obliga a seguir buscando, tal vez sea el temor de volver a sentir aquel vacio infinito en el centro de tu pecho, tal vez solo sea un mecanismo instintivo que te obliga a seguir adelante buscando algo que te ayude a seguir viviendo, tal vez sea que no encuentras un mejor motivo para seguir adelante. Al final a ti no te importa nada de eso, no quieres saber el ¿Por qué? del ¿Por qué?, solo quieres encontrar ese algo que te haga sentir, tranquilo, seguro, amado. No sabes que será ese algo, no sabes donde encontrarlo ni como buscarlo, solo sabes que lo sabrás cuando lo veas.

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