Hoy es un día de primavera hermoso, en algún cerro de un
grupo de cerros que rodean un valle, el día es anubarrado, el cielo esta gris y
las nubes adquieren formas monstruosas, parecen la piel de una bestia terrible
cuya piel esta formada por rocas enormes apiladas unas sobre otras, la piel se
mueve lentamente al ritmo de su respiración. El viento sopla fuertemente, y al
atravesar los arboles y arbustos estos gimen con dolor.
En la cima de este cerro hay una roca enorme, amorfa y
antigua, en su centro con el paso de los siglos la lluvia y el viento fueron
erosionando su interior, se formo un cuenco y durante la mayor parte del año
este cuenco esta lleno de agua, este cuenco no es muy grande ni muy profundo,
pero hay el suficiente espacio para que en el repose apaciblemente el huevo de
una rana, no sabemos que circunstancias llevaron a dos ranas a fornicar fuera
de temporada, tampoco sabemos como es que este huevo se perdió del conjunto de
decenas de huevos que llega a poner una rana, quedando solo y abandonado en
este pequeño charco en medio de esta gran roca.
Los relámpagos rasgan el cielo, sus blancas y serpenteantes
formas iluminan el cielo gris por instantes, tal parece que la primera lluvia
del año esta por caer. En el fondo de nuestro charco, algo pasa con nuestro
huevo de rana, se esta moviendo, el cascaron comienza a agrietarse y cuando
menos lo esperábamos un pequeño renacuajo sale de su interior, este se agita y
comienza a revolotear por el fondo del charco, nada, recorre con rapidez y
facilidad el volumen de agua que le rodea, como todo recién nacido no conoce el
miedo, ni la vergüenza, ni el aburrimiento, explora el espacio, donde ha nacido,
con seguridad y decisión, cada rincón y escondrijo de este cuenco rocoso. De
pronto se da cuenta que tiene hambre, regresa a buscar su cascaron y lo devora,
es su primera comida en este mundo a si que el sabor le parce delicioso.
***
El cielo ha oscurecido a un mas, el viento sopla con mas
fuerza y los relámpagos aparecen con mas frecuencia. En las nubes las gotas de
agua se amontonan y aprietan unas junto a otras. Dos gotas en particular se
miran desafiantemente, una gota se llama goita y su compañera se llama guita.
– A que no te atreves – le dice goita a guita
–Por supuesto que no me atrevo, ya viste lo alto que esta –
le responde guita
– Eres una cobarde, es que quieres quedarte en este charco
de agua flotante para siempre –
– Si, si fuera
posible me gustaría bastante quedarme aquí eternamente, flotando por el cielo
eternamente, siguiendo la dirección del viento, contemplando la inmensidad de
la tierra hasta su fin –
– Pero que cursi eres
–
– Cállate, todo el mundo tiene derecho a tener sus propios
sueños –
– Guita, sabes tan
bien como yo que eso no es posible, hemos visto cientos de veces como nubes enteras
caían a la tierra, como compañeras nuestras
que estaban debajo de nosotras caían inevitablemente y ahora es nuestro
turno, ha llegado la hora, el ciclo debe ser completado, hay que pasar a la
siguiente etapa, es nuestro destino –
– Pero de que destino estas hablando, no sabemos que
demonios puede haber allá abajo, no sabemos siquiera si seguiremos vivas y
quien diablos a decidido ese destino para mi, ¿Por qué no puedo escoger mi
propio destino?, que clase de identidad superior y desconocida maneja mi vida a
su antojo, ¿Por qué tenemos que obedecerla?, me niego a aceptar su mandato, me
quedare aquí sin importar como –
–Otra vez empiezas a decir cursilerías sin sentido, no tendrás
nada de lo cual sostenerte cuando llegue el momento, el suceso es inminente,
pasara quieras o no –
Justo en ese momento las gotas se estrujaron más, hubo un
temblor y por su propio peso comenzaron a caer una por una, al principio
lentamente como si comprobaran el terreno, pero después comenzaron a caer
torrencialmente como si estuvieran poseídas por un deseo demencial. Guita y
goita fueron de las primeras en caer, ambas están asustadas, pero guita esta
llorando desconsoladamente, derramaba lágrimas de sal por sus grandes y
transparentes ojos.
– No te preocupes guita, todo estará bien –
– Pero ¿como sabes
que todo estará bien?, no sabes que es lo que nos encontraremos allá abajo, ni
que será de nosotras, no sabes nada, ¿Cómo puedes decir que estaremos bien? Eh,
eh, no puedes prometer eso, no eres nada, solo eres una insignificante gota
¿Cómo puedes saber que estaremos bien? –
– Porque haremos todo
lo posible para que las cosas estén bien, y aun que no salgan como queramos,
estaremos bien porque estaremos juntas y para mí ese hecho es suficiente para
que las cosas estén bien –
Guita no pudo replicar, se enjugo las lágrimas y miro a
goita.
– ¿Ahora quien es la cursi? –
Las dos gotas rieron tiernamente mientras la gravedad
aceleraba su caída segundo a segundo, se abrazaron dulcemente y durante ese
abrazo eterno se convirtieron en una sola gota, era imposible distinguir donde
empezaba o terminaba cualquiera de las dos. Después de unos instantes se
estrellaron contra la hierba del campo se rompieron en miles de gotas y fueron
absorbidas por el sediento pasto.
***
El pequeño renacuajo, ajeno al drama de las gotas de agua,
continua devorando su cascaron cuando de pronto vio como algo se movía debajo
del lodo, que se asentó durante años en el fondo del cuenco, ese movimiento
levantaba el lodo y este flota hipnóticamente en el agua para después volver a
caer lentamente en el fondo. Nuestro pequeño renacuajo observa la escena
fascinado y lentamente se acerca a la fuente del curioso movimiento, en un
rápido movimiento muerde el lodo, se oye un quejido de dolor, – el lodo se ha
quejado – es lo que piensa el renacuajo. La superficie del lodo se levanta y de
el surge un gran gusano.
– Arrrrrrrrgh, pero
quien demonios me ha mordido – grita el gusano visiblemente irritado.
– He sido yo, lo siento mucho señor lodo, no sabia que el
lodo pudiera sentir – responde nuestro pequeño renacuajo visiblemente
arrepentido.
– Huma, Huma, Huma, Huma, Pero si no es mas que un pequeño
renacuajo, ¿que haces tu aquí?, se supone que las ranas ponen sus huevos en el
fondo del valle en la temporada de lluvias, ¿Cómo has llegado aquí? ¡¿No me
digas que ya es la temporada de lluvia?! – pregunta sorprendido y al terminar
esa pregunta una gota cae sobre la superficie del charco de agua, esta se agita
y en el fondo el sonido de un golpe seco hace eco sobre las paredes de la
piedra, seguida de esta gota cae otra, otra mas y en un lapso de tiempo corto
comienza a caer una lluvia tempestuosa.
– ¡Madre mía!, pero si ya comenzó la época de lluvias y yo
aquí comiendo lodo como si no hubiera mañana – el gusano le da la espalda al
renacuajo y comienza a escalar las paredes de la roca.
– Espera señor lodo, ¿te marchas tan pronto?, ¿A dónde vas?
–
–A la superficie
niño, esta es la única oportunidad que tengo en todo el año de salir a la
superficie, no puedo desperdiciarla –
– ¿Y que vas ha
hacer? –
– Comer el rico lodo
de la superficie que mas y si de paso encuentro a una guapa gusana, pues… –
– Puedo ir con usted
señor lodo –
–No, no puedes, eres
un renacuajo, te quedaras aquí, comerás
lodo y podrás salir hasta que te hayas convertido en una rana –
– ¿Eso toma mucho tiempo? –
– Mmmmm, Toma como
una luna llena –
– ¿Eso es mucho tiempo? –
– Eso depende de cada
quien, para mi no lo es, para ti probablemente tampoco lo sea, pero para una
mariposa eso es una eternidad – Y el gusano, que durante toda esta cháchara
había estado trepando, alcanzo la superficie y salió del charco para
desaparecer poco tiempo después.
Nuestro renacuajo volvió a quedarse solo en la profundidad
del charco, no sabe que hacer, ya no tiene hambre y el ruido de la lluvia lo
inquieta. Nada decido hasta la superficie y de un brinco salta fuera del
charco, mira a su alrededor y lo que ve le sorprende, un espacio inmenso,
enorme que a el le parece infinito, se queda embobado contemplando el cielo
gris y la lluvia que cae.
Perdió la nación del tiempo y el lugar en el que estaba,
porque para cuando se da cuenta es arrastrado por la corriente de agua, cae de
la gran roca y se estampa contra el lodo, la corriente lo sigue arrastrando
cerro abajo. Va rodando, ciego por el lodo y golpeándose de vez en cuando
contra alguna roca, nuestro renacuajo simplemente se deja llevar, no puede
hacer otra cosa, con suerte llegara al fondo del valle donde las ranas desovan
y en unos cuantos días tendrá montones de amigos a los que les contara su
aventura o tal vez lo encuentre una serpiente de agua y se lo coma como
entremés, pase lo que pase ya no me importa la vida del renacuajo, me ha
aburrido, por mi que se lo coma una araña.
Soy una gota que vive en una nube y flota en la inmensidad
del cielo, mirar con mi telescopio las vidas de las criaturas de la superficie
y de otras gotas en otras nubes es mi único entretenimiento y la vida de ese
renacuajo me ha parecido bastante insulsa mejor mirare lo que hace el gusano,
igual y encontró una gusana guapa, quien
sabe tal vez pueda ver un poco de porno gusanil
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