miércoles, 18 de enero de 2012

El camino de la Autodestrucción


¡Grita! ¡Golpea! ¡Escupe! ¡Maldice!, nada cambiara lo que ha pasado, golpea la pared, mancha con tu sangre el mudo muro que se burla de tu dolor, que broten heridas en tus nudillos, que arda la carne, que brote la sangre, solo quieres que el dolor se lleve el arrepentimiento, el      odio, el coraje, el vacio, la mezcla de efluvios venenosos que te carcomen por dentro. Ahora quieres vomitar, sientes nauseas, comienzas a llorar porque sabes que todo es inútil, lloras porque el hubiera no existe, porque el pasado se escribió con sangre y ya nada borra la herida que dejo, vivirás con la cicatriz, imborrable tormento del recuerdo, pesadilla eterna que sueñas despierta. El cuchillo dibuja una fina pero profunda línea carmesí, el tibio líquido empieza a brotar y calma un poco tu tormento, limpias la herida con alcohol, la abres para que el líquido entre en la piel, no la vendas para que no cierre.  

El odio es más grande, el coraje alimentado con odio es insoportable, el enojo no baja, ya no hay tristeza, ya no hay llanto pues no sirven de nada, cada sonrisa te exaspera, cada palabra amable te da nauseas, el mundo perdió la virtud ante tus ojos, quieres que desaparezca, que arda, que se haga pedazos, no porque el mundo tenga la culpa de lo que paso, no porque se lo merezca o porque tu ya no seas feliz  si no porque tu estas en el mundo y al estar en el eres parte de el y el es parte tuya, solo quieres destruirte.

Caminas por la calle buscando pelea, no quieres probarte nada a ti misma, no quieres defender o proteger lo que sea, solo quieres golpear algo. La pared ya no te satisface, quieres algo vivo, algo que sienta, algo que sangre, llore y grite. Justo como tu, quieres encontrar en el dolor de otra persona la razón de tu propio dolor. Abusas de los débiles, persigues a los inocentes, castigas a los que no lo merecen, provocas dolor para encontrarte a ti misma, quieres sentir su dolor y que ellos sufran el tuyo. Una poética comunicación.

No es suficiente, nada es suficiente, nada puede apagar el fuego que te consume, el alcohol solo duerme tu cuerpo y lo que es peor aviva el sufrimiento. Las drogas se llevan el recuerdo, pero solo por un corto tiempo, nada funciona, la muerte no es una opción, ya no lo es, no lo es, no lo es, es lo te dices, pero sabes que solo es cobardía, que mundo puede aguardarte después de lo que has hecho aquí. Solo queda seguir destruyendo lo que te rodea, seguir adelante con el camino que has elegido.

Lo has logrado, no queda nada por destruir, no queda nada que contemplar, no hay nada, pero para tu desgracia no has dejado de sentir y ahora es el desesperante vacio quien amenaza con succionarte, ríes, pues lo que sientes ahora es peor que lo que te llevo a ese mar de sufrimiento en primer lugar, la ironía te mata, literalmente te mata, tal vez ahora estés lista para entregarte a la muerte.  

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